Superar una entrevista de trabajo es un paso decisivo en cualquier proceso de selección. El currículum abre la puerta, pero es en la entrevista donde realmente se define si eres la persona idónea. Sin embargo, los nervios, la falta de preparación o incluso pequeños descuidos pueden jugar en tu contra y dar una imagen poco profesional.
En este artículo repasamos los errores en una entrevista de trabajo más frecuentes y, lo más importante, cómo evitarlos para proyectar seguridad, interés y confianza en ti mismo/a.
1. No preparar la entrevista
Uno de los fallos más comunes es acudir sin haberse preparado. Muchas personas piensan que basta con hablar de su experiencia laboral, pero el entrevistador espera mucho más: quiere comprobar tu nivel de interés por el puesto, tu conocimiento de la empresa y tu capacidad para encajar en su cultura. Llegar sin haber investigado transmite desinterés y poca motivación.
👉 Cómo evitarlo: dedica al menos una hora a investigar la empresa: visita su página web, revisa sus redes sociales y busca noticias recientes. Repasa bien tu currículum para no dudar al hablar de tus propias experiencias. Prepara también un par de preguntas inteligentes para el final, como por ejemplo sobre el equipo de trabajo o las oportunidades de desarrollo.
2. Llegar tarde o demasiado pronto
La puntualidad habla de ti más de lo que crees. Si llegas tarde, aunque sea por pocos minutos, la primera impresión puede ser negativa y transmitir falta de compromiso o desorganización. Por el contrario, llegar con demasiado tiempo de antelación también puede incomodar al entrevistador y poner presión innecesaria.
👉 Cómo evitarlo: planifica tu desplazamiento con antelación y calcula un margen por si surgen imprevistos como tráfico o retrasos en el transporte. Lo ideal es presentarte entre 10 y 15 minutos antes de la hora acordada.

3. Descuidar la comunicación no verbal
Tu cuerpo habla incluso cuando no dices nada. Evitar el contacto visual, sentarte de forma encogida, cruzar los brazos o moverte en exceso puede transmitir nerviosismo o falta de seguridad. Por otro lado, una postura demasiado rígida puede parecer artificial.
👉 Cómo evitarlo: adopta una postura erguida pero natural, mantén contacto visual sin resultar intimidante y acompaña tu discurso con gestos moderados. Una sonrisa sincera y un apretón de manos firme (si procede) son pequeños detalles que generan confianza desde el inicio.
4. Hablar demasiado o demasiado poco
Encontrar el equilibrio al expresarse no siempre es fácil. Hablar demasiado puede hacer que divagues, que pierdas el foco y que el entrevistador pierda interés. Hablar demasiado poco, por el contrario, transmite inseguridad o falta de iniciativa.
👉 Cómo evitarlo: prepara respuestas de 1 a 2 minutos que sean claras, directas y con ejemplos concretos. Evita memorizar un guion, pero ten en mente ideas clave que te ayuden a no extenderte más de lo necesario.
5. Criticar a antiguos empleadores
Puede que hayas tenido malas experiencias en trabajos anteriores, pero hablar mal de antiguos jefes o compañeros no transmite profesionalidad. Aunque tengas razón, el entrevistador puede interpretar que tienes una actitud conflictiva o que no sabes manejar situaciones difíciles.
👉 Cómo evitarlo: enfoca tus respuestas en lo que aprendiste de esas experiencias y cómo te ayudaron a crecer. Por ejemplo, en lugar de decir “mi jefe no sabía organizarse”, podrías decir: “esa etapa me permitió aprender a priorizar tareas en un entorno con plazos muy ajustados”.
6. No mostrar interés real
Otro de los errores en una entrevista de trabajo más habituales es responder de forma genérica o dar la sensación de que te da igual el puesto. Frases como “busco cualquier cosa” pueden restar puntos, ya que las empresas quieren candidatos motivados que de verdad aporten.
👉 Cómo evitarlo: muestra entusiasmo sincero explicando por qué el puesto te interesa y cómo encaja en tus objetivos profesionales. Destaca aspectos de la empresa que te resulten atractivos, como su cultura, proyectos recientes o valores.
7. Olvidar ejemplos de logros concretos
Decir que eres “responsable, proactivo o buen comunicador” no basta: son palabras demasiado generales. Lo que realmente convence al entrevistador son ejemplos reales que demuestren esas competencias.
👉 Cómo evitarlo: antes de la entrevista, piensa en tres o cuatro logros que reflejen tus habilidades. Puedes usar la técnica STAR (Situación, Tarea, Acción y Resultado) para estructurar tus respuestas y dar ejemplos claros y medibles.
8. Vestimenta inadecuada
La primera impresión es visual y la vestimenta juega un papel clave. Presentarse con ropa demasiado informal, arrugada o poco acorde con el entorno laboral puede transmitir falta de cuidado.
👉 Cómo evitarlo: adapta tu vestimenta al sector. Para trabajos en oficina, elige un look formal pero sencillo. Para sectores creativos, puedes optar por un estilo algo más relajado, pero siempre limpio y ordenado. Cuando tengas dudas, es mejor vestirse un poco más formal que demasiado informal.
9. No escuchar al entrevistador
Los nervios pueden hacer que respondas rápido sin prestar atención a la pregunta, o incluso que interrumpas. Esto puede interpretarse como falta de empatía o de habilidades de comunicación.
👉 Cómo evitarlo: escucha con calma, espera a que terminen de hablar y, si no entiendes la pregunta, pide que la repitan o aclaren. Esto demuestra respeto y asegura que tu respuesta será más precisa.

10. No preparar una autopresentación
La clásica pregunta “Háblame de ti” es casi inevitable, y muchos candidatos improvisan sin rumbo. Esto puede dar una impresión de inseguridad o falta de claridad sobre tu trayectoria.
👉 Cómo evitarlo: prepara un breve discurso de 2 a 3 minutos que resuma quién eres, tu experiencia más relevante y qué puedes aportar al puesto. Piensa en ello como tu carta de presentación personal.
11. Mostrar nervios en exceso
Es normal estar nervioso en una entrevista, pero cuando los nervios dominan pueden jugar en tu contra: hablar demasiado rápido, titubear o moverte de manera descontrolada pueden distraer.
👉 Cómo evitarlo: practica técnicas de respiración antes de entrar, ensaya con alguien de confianza y recuerda que la entrevista también es una oportunidad para ti de conocer a la empresa. Esa mentalidad puede ayudarte a rebajar la presión.
12. No saber hablar de debilidades
Cuando preguntan por tus debilidades, muchos candidatos caen en respuestas poco creíbles como “soy perfeccionista”. Otros, en cambio, mencionan aspectos demasiado negativos que los perjudican.
👉 Cómo evitarlo: selecciona una debilidad real pero que no sea determinante para el puesto, y explica las medidas que estás tomando para mejorarla. Por ejemplo: “Me costaba hablar en público, pero estoy practicando con formaciones y presentaciones más pequeñas”.
13. No cerrar bien la entrevista
La forma en que terminas la entrevista puede marcar la diferencia. Muchos candidatos se limitan a dar las gracias y marcharse, perdiendo la oportunidad de reforzar su interés.
👉 Cómo evitarlo: al despedirte, agradece el tiempo del entrevistador, reafirma tu interés por el puesto y pregunta cuál será el siguiente paso en el proceso de selección. Así dejas una última impresión positiva y profesional.
Conclusión
Evitar estos errores en una entrevista de trabajo te permitirá transmitir profesionalidad, confianza y autenticidad. La preparación, la actitud positiva y la capacidad de comunicar logros son las claves para destacar frente a otros candidatos.
Recuerda que cada entrevista es una oportunidad de aprendizaje. Incluso si no consigues el empleo, habrás ganado experiencia y estarás más preparado para la siguiente. La clave está en entrenar, formarte y mantener la confianza en tu propio potencial.
💡 Tip final: cuanto más te prepares, más seguro/a te sentirás. Una buena formación y el conocimiento de tus propias fortalezas marcarán la diferencia en cualquier proceso de selección.



